domingo, 20 de septiembre de 2009

'Winesburg, Ohio' de Sherwood Anderson


Soy una fan del relato corto como género. Sobre todo el relato corto del siglo XX. Y he leído unos cuantos, pero ninguno como los de Sherwood Anderson. Y voy a intentar explicar por qué. Los cuentos de 'Winesburg, Ohio' van mucho más allá de lo que van los cuentos al uso, o quizás sería más exacto decir que van mucho más adentro. Normalmente los cuentos del siglo XX (los buenos) cuentan desde la distancia la profundidad de sus personajes a través de los hechos de dichos personajes. Pero Sherwood Anderson nos cuenta desde dentro lo que sienten sus personajes. Sus cuentos están llenos de empatía por los personajes que ha creado, el autor entiende a sus personajes y sufre con ellos, y nos transmite a los lectores este entendimiento y este sufrimiento. Pocas veces en literatura se ha llegado a describir tan bien lo que significa ser humano. Anderson nos cuenta qué significa estar vivo y la belleza, el dolor, la soledad, la frustración y la felicidad que puede haber en ello.

'Winesburg, Ohio' es una colección de relatos breves que ocurren en la ciudad de Winesburg. Así, hay personajes que se repiten en varios cuentos y el nexo de unión es George Willard, un joven que trabaja en el periódico local y que sueña con salir del pueblo y ser escritor, un personaje que aparece en (casi) todos los cuentos del libro, ya sea sólo como una mención o como personaje activo en la trama. Y esto hace que el libro tenga una unidad perfecta y que nos retrate maravillosamente el ambiente de un pequeño pueblo del Oeste de Estados Unidos de finales del siglo XIX. Más que una colección de relatos es un retablo de la existencia, rebosante de detalles y de exactitud. Pero ya lo he insinuado, lo que realmente hace este libro maravilloso es la creación de unos personajes con los que es imposible no identificarse.

A primera vista, (prácticamente) todos los personajes de Winesburg parecen cortados por el mismo patrón: personajes serios, solitarios y encerrados en si mismos, unos personajes que desde fuera pueden ser vistos como grotescos. Y lo grande de estos relatos es que empiezan desde fuera, contándonos lo que cualquiera de los habitantes de Winesburg puede ver, pero luego se adentran en los personajes y nos explican qué tiene de peculiar su soledad y su tristeza, como y por qué han llegado a ser lo que son, el secreto que esconden detrás de su fachada. Y lo mejor de todo es que la desgracia que sienten no proviene tanto de circustancias externas sino de su propia personalidad. Es lo que dicen, 'Character is destiny'. Y cada personaje es distinto, único, cada uno frustrado por una razón particular, que en el fondo es la misma. Es un libro que habla de lo universal y lo personal. Es un libro de aquellos (pocos) que me hacen sentir menos sola en este mundo. Es desde ya de mis favoritos entre los favoritos.

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Un par de relatos de 'Winesburg, Ohio' (en inglés):
'Hands', 'Mother' y 'Adventure'
Y aquí podéis encontrar en castellano ('Nadie lo sabe', 'Aventura' y 'La maestra').



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