‘El mar, el mar’ es un novelón de Iris Murdoch. Más de 700 páginas. Y aún así, como se suele decir, se lee rápido, engancha de lo lindo. Es el primer libro que leo de esta escritora y me ha encantado el dominio que tiene del tempo narrativo, los sorprendentes giros argumentales que dan una fuerte sacudida a toda la trama, y la creación de una atmósfera que bascula entre el realismo típico de los novelones del siglo XIX y un aire de pesadilla onírico-fantástico muy particular y original.
El
protagonista de ‘El mar, el mar’ es un director teatral que,
después de una vida de éxitos y amoríos varios se retira a una
casita de un pequeño pueblo costero con la intención de escribir
sus memorias. Allí encontrará a su amor de adolescencia, aún no
superado, porque a lo largo de los años se ha dedicado a idealizarlo
hasta el absurdo, de modo que se emperrará en recuperarlo, por más
que ella se haya convertido en un ama de casa casada algo anodina.
Pero este
antiguo amor no será la única persona del pasado que se le
aparecerá al protagonista; todo lo contrario. Se vuelve a encontrar
con tantos fantasmas del pasado que llega un momento en que su casita
parece el camarote de los hermanos Marx. El protagonista se
reencuentra por casualidad con tantos conocidos en ese pueblo dejado
de la mano de Dios que a veces resulta algo inverosímil. Y creo que
esta sensación de inverosimilitud es buscada.
En un
momento de la novela el hermano del protagonista (un soldado budista,
poeta aficionado y esteta; Murdoch es una crack a la hora de crear
personajes raros y aparentemente contradictorios) cuenta que algunos
tibetanos creen que las almas de los muertos, mientras esperan la
reencarnación, vagan por una especie de limbo donde se les aparecen
visiones o demonios que dependen de la vida que ha llevado el muerto
en cuestión. Algo parecido le pasa al protagonista en este
pueblucho: se le aparecen demonios del pasado, reencarnaciones de
viejos arrepentimientos o frustraciones. Y así se le presenta la
oportunidad de quedar en paz con ellos o de volver a cagarla.
El
protagonista de ‘El mar, el mar’ es un pájaro de cuidado,
misógino hasta la médula y egocéntrico y egoísta hasta límites
insospechados. En general, todos los personajes son bastante
despreciables y sus motivaciones son enmarañadas y contradictorias.
Pero es precisamente así como me gusta a mí; me parece más real.
Además, como se trata de una novela en primera persona, sólo
tenemos el punto de vista del protagonista y no se tiene que ser muy
avispado para darse cuenta de que no nos podemos fiar de él, que
probablemente nos está engañando, por la sencilla razón que
también se está auto-engañando a si mismo. Pero esto también me
encanta, porque me da la sensación que la autora me propone entrar
en un juego y a mí me pirra jugar.
Se termina
la novela y aún quedan muchas cosas en el aire, el protagonista no
nos lo ha contado todo, y la historia no deja de tener un punto de
ambigüedad casi fantasiosa. No creo que esté arruinando la novela a
nadie si digo que el protagonista llega a ver un extraño monstruo
marino. Es una novela extraña: sigue muchos de los cánones de la
literatura realista más clásico y luego tiene ramalazos oníricos
de lo más atípicos, hasta el punto en que ocasiones podemos llegar
a dudar de lo que es realidad y lo que es fantasía. Pero creo que
esto es uno de sus mayores encantos, lo que la hace original y
duradera.
3 comentarios:
Hola. Tenemos una visión muy parecida de la novela. Añadiría que es divertida a tope, creo que no lo dices pero se deduce de tus palabras.
De Murdoch he leído esta y El príncipe negro. Ambas están reseñadas por mí en el blog "Un libro al día", por si te apetece pasarte.
Hola Nuria! Esta ha sido también la primera novela de Iris Murdoch que he leído y no será la última. A mí me gustó mucho también y estoy de acuerdo cien por cien con lo que dices en el primer párrafo de esta reseña. Saludos
Tirso, tienes toda la razón, es también una novela divertidísima, sólo que tiene un humor ácido y negro que quizás no sea para todos los públicos. Por cierto, me apunto 'El príncipe negro' porque me he quedado con más ganas de Murdoch.
Miss Winifred, me alegra saber que coincidimos, pero es que ciertamente es un novelón genial. Definitivamente seguiremos leyendo a Murdoch. Saludos y felices lecturas.
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