viernes, 15 de agosto de 2008

"La Broma Infinita" de David Foster Wallace

Me he pasado un mes de mi vida leyendo 'La Broma Infinita' (y blogeando casi diariamente toda la experiencia en otro blog), un mes en el que prácticamente no he leído nada más, un mes en el que prácticamente no he hecho nada más que leer. No engañaré a nadie, no es un libro fácil, pide mucho de tu parte, pero al final la recompensa es infinita. Es un libro que me va a acompañar siempre. Es uno de aquellos libros que te hacen estar orgullosa de ser lectora. Es uno de aquellos libros que te hacen recordar que no hay nada más grande que la literatura.

He tardado 30 días en leerla, a un ritmo de unas 40 páginas por día. Es una empresa asequible dentro de las medidas humanas. Ciertamente si no hubiera estado de vacaciones completas hubiera tardado mucho más en leerla. También es cierto que se necesita una dosis muy elevada de paciencia. Y también es verdad que ha supuesto uno de mis mayores retos como lectora. Pero se puede conseguir perfectamente, aunque tienes que mentalizarte para leer un parrafón sobre un personaje que tardará 500 páginas en volver a aparecer y para encontrarte hechos que no tendrán significado hasta 300 páginas después, y también tienes que armarte de paciencia porque no hay ninguna línea argumental visible y porque hay párrafos que duran páginas y páginas y oraciones que duran párrafos.

En mi caso me ha enganchado porque pronto me he encariñado por muchos personajes y porque es divertidísima, con un humor negro y grotesco delicioso. Pero también es muy triste. Porque todos sus personajes están solos y frustrados y alienados. Y esto es lo que la hace tan grande. Me han quedado un montón de preguntas sin resolver y tendré que volver a releerla algún día. Tan pronto como pueda. Es una novela sobre la adicción de lo más adictiva. Es una novela que te implica y todo el rato que la estás leyendo te sientes acompañada, aunque la estés leyendo sola. Es una novela sobre personajes pasivos que te invita a hacer una lectura activa. De hecho no estoy segura que sea una novela. Porque no tiene ni principio ni fin. Realmente podría ser infinita. No es una historia, es todo un mundo. Es uno de los mejores libros que he leído. Es una de las mejores experiencias en mi vida como lectora. Probablemente nadie la encontrara perfecta como novela pero es perfecta como experiencia. Casi como experiencia alucinógena.

¿Pero, a parte de largo y difícil, cómo es el libro? Es un libro infinito, porque contiene infinidad de personajes y de episodios, de temas y de ideas. Es una novela que contiene muchas novelas. Y a pesar de esto hay una gran unidad, porque las vidas de los personajes se entrecruzan constantemente. El tema principal es la adicción. No sólo la adicción a las drogas, sino también a cosas como el sexo, la violencia ritualizada, y sobretodo diferentes formas de entretenimiento. Pero los comportamientos obsesivos-compulsivos también son tratados como una adicción más. Detrás de todo hay la idea que son nuestras adicciones son lo que nos definen. Otros temas del libro son alienación y depresión. También las relaciones entre padres e hijos y el abuso infantil, incluyendo también la negligencia de ciertos padres como forma de abuso.

¿Pero, y de qué va? La familia protagonista son los Incandenza, incapaces de comunicarse entre ellos porque cuando hablan entre ellos no dialogan sino que hacen monólogos. El padre, James Incandenza (apodado Él Mismo), era un tenista juvenil, reciclado en óptico, reciclado en cineasta après-garde, idolatrado por cierta parte de la crítica. También era alcohólico y se suicidó hace cinco años metiendo la cabeza en el microondas. La madre es Avril, promíscua y fanática de la gramática y la limpieza. Los dos fundaron la Academia Enfield de Tenis. Su hijo mayor es Orin, tenisa juvenil mediocre, reciclado en pateador de un equipo de futbol, que tiene fobia a las cucarachas y que se dedica a seducir madres jóvenes (¿alguien ha mencionado a Edipo?) El hijo mediano es Mario, enano, con un largo catálogo de deformidades, y quiere ser cineasta. Y el hijo menor es Hal, brillante académicamente y tenísticamente, que de pequeño memorizó el diccionario sólo para impresionar a su Mami.

La Academia Enfield de Tenis es uno de los escenarios principales de la novela. El otro es la Ennet House, un centro de desintoxicación que está al lado de la Academia. Mientras los residentes de la Ennet House intentan superar su adicciones, los niños de la Academia se colocan. Hal es el gran protagonista de la novela. Y el otro es Don Gatelly, residente de la Ennet House. Los dos no se conocen, pero son parecidos y/o complementareos. Don decide dejar las drogas justo en la época en que Hal empieza a fumar marihuana de forma obsesivo-compulsiva.

Estamos en el Año de la Ropa Interior Para Adultos Depend. Porque los años ya no se cuentan con números sino con el nombre de un patrocinador. Es el tiempo subsidiado. Las naciones de la America del Norte se han reconfigurado y se han unido en una sola nación conocida como ONAN (y los partidarios de esta reconfiguración son conocidos como ONAN-istas), aunque hay un gran número de organizaciones terroristas canadienses que quieren la independencia, la más violenta de las cuales probablemente sean los Asesinos en Silla de Ruedas. Y la trama principal del libro se articula alrededor de un cartucho de entretenimiento que proporciona un placer tan grande que uno acaba muriendo de placer.

9 comentarios:

oscar pons dijo...

De como te encontré... Me compro habitualmente la revista 'Qué leer' y la de octubre abría con un artículo sobre la muerte de David Foster Wallace, escrito por su traductor al castellano. Toda muerte de escritor/a me apena, aunque no haya leído nada del autor/a. Pienso en lo que ha escrito y sobre todo en lo que ya no va a poder escribir. Este artículo provocó que me sintiera intrigado por la figura de DFW y, cómo no, por 'La broma infinita'. Introduje en Google 'reseña de la broma infinita', y en una de las primeras entradas estabas tú, exactamente en el post 'Día 17: Hilaridad', de tu blog sobre tu lectura de este libro. Y después enlacé con tu otro blog (este) y con Goodreads. Para mí fue como encontrarme con un compatriota en un país extranjero, cuando lo daba todo por perdido. No sé si me explico. Cuando ves a alguien con un libro en sus manos, donde sea, metro, autobús, calle... ¿no te dan ganas de ponerte a hablar espontaneamente con ese alguien sobre lo que está leyendo? Y es que, a parte de leer libros, me encanta hablar y leer sobre ellos. Algo parecido me sucedió contigo, Núria. Me pareces muy apasionada, sincera e inteligente cuando escribes. Un abrazo :)

Autógeno dijo...

De no ser por tu excelente exordio —el mejor que he encontrado de hecho sobre La broma infinita—, nunca me hubiera decidido a emprender la adquisición y lectura de esta obra cuyo sentido desgarrado de la realidad, no así el estilo, se complementa a la perfección con las novelas más rompedoras de de Palahniuk, otro americano inclasificable que utiliza la locura extrema de sus personajes como herramienta de lucidez.

Nebraska dijo...

Me esta costando, lo he abandonado ya dos veces, pero gente de la que me fío literariamente (como tú) me hacéis que lo vuelva a intentar. A ver si a la tercera va la vencida, porque lo que me pasa con este libro es un poco lo que me pasa con On the Road, no puedo acabarlo, pero tengo unas ganas de leerlo y disfrutarlo como la gente dice infinitas.

Núria dijo...

Anna, es un libro exigente, es verdad, pero, a mi entender, luego te recompensa enormemente. Yo tampoco lo terminé la primera vez que lo empecé. Lo hice en un segundo intento. Me ayudó que me reservara para leerlo el mes de agosto con vacaciones. Yo creo que vale la pena intentarlo otra vez, pero tampoco me hagas mucho caso porque a mí no me gustó nada On the road. Ánimos y saludos

Miquel dijo...

Voy por la página 600 de la edición americana. Llevo casi dos meses a 10-15 páginas diarias, no más. Estoy totalmente enganchado, pero quiero saborearlo: son los libros que tardo más en leer los que tardo más en olvidar (parece razonable, no?). Me encanta el lenguaje, mezcla entre súper-culto y coloquial. y la sintaxis peculiar que usa en esas largas frases. (Me pregunto cómo está traducido todo esto.) Y el humor bestia. Y los párrafos con verdades que son como una revelación (en sentido religioso). Frases que quedan.

Núria dijo...

Miquel, gracias por tu comentario. Siempre me hace una ilusión especial saber que alguien está leyendo y disfrutando a David Foster Wallace. Coincido contigo, sobre todo en que la mezcla entre lenguaje culto y coloquial es genial.

Yo lo leí traducido, pero el día que me proponga releerlo en serio lo intentaré hacer en el inglés original.

Saludos!

Miquel dijo...

Bueno, lo terminé hace ya un par de semanas. Sí, el final es un poco frustrante. Cuando las tres tramas principales parece que por fin convergen (después de 1000 páginas), puff, se acaba el libro. Alguien ha dicho que Infinite Jest tiene las mejores primeras 1000 páginas de cualquier novela de 3000 páginas... Pese a todo, disfruté enormemente leyéndolo. Ahora estoy terminado "A supposedly fun thing I'll never do again" y tengo pendiente "Brief interviews with hideous men".

asdas dijo...

ademas q es esos libros q no queres dejar de leer, dfw siemprehabla de porro y la verdad q es un placer leer este libro reloco. Ademas de denso, extenso, hermoso, es un laberinto q con el pasar de las paginas cada vez es mas chico, hermoso david gracias por dejarnos tanta marihuana para leer

asdas dijo...

acoto q en el medio del libro empece a fumar menos porro, a espaciarlo a fraccionarlo, a disfrutar mas, la parte de AA es otra oda a la yinyan de la vida, hermosos y oscuros personajes, eso me cambio completamente la forma de consumir