Alice Munro es un valor seguro; nunca
me decepciona. Yo creo que ya puedo decir que se ha ganado un puesto
de honor en mi lista de escritores favoritos. El último libro suyo
que he leído es 'Escapada' y se me hace algo difícil hablar de él
sin repetir lo que ya he dicho de ella en anteriores ocasiones. Pero
supongo que tampoco tiene tanta importancia porque una buena
escritora como ella bien se merece que se canten sus alabanzas una y
otra vez.
Dicho esto, creo que la mayor virtud de
Munro es saber contar historias cotidianas de personajes cotidianos,
historias que nos podrían haber pasado (o quizás, de hecho, ya nos
han pasado) a ti y a mí, con una sensibilidad y una profundidad sin
igual. Munro sabe ver y transmitir la gran importancia que hay en
pequeños gestos y esperanzas que para la gente del alrededor pueden
parecer intrascendentes pero que no lo son para los que los
experimentan. Munro tiene una delicadeza incomparable a la hora de
profundizar en los secretos y sentimientos que nosotros muchas veces
no nos atrevemos a poner en palabras. Munro es sutil y melancólica;
única.
El cuento que da título a esta
recopilación es sobre una mujer cuya relación con su marido se ha
ido deteriorando hasta el punto que le parece que la única solución
posible es huir. Luego hay tres cuentos protagonizados por la misma
mujer en diferentes momentos de su vida: cuando acepta su primer
trabajo de profesora de lenguas clásicas, en la última visita a
casa de sus padres con su hija acabada de nacer, y cuando su hija ya
mayor desaparece sin ninguna explicación. Éste último es uno de
mis preferidos; la protagonista, mientras intenta ir haciendo su
vida, no hace nada más que esperar noticias de su hija y Munro
describe a la perfección el proceso por el que el dolor de una
espera llena de desesperación se va convirtiendo en un sufrimiento
igual de constante pero menos punzante, algo más tranquilo.
El último relato, 'Poderes', es el más
largo y abarca toda una vida, aunque sólo describa unos pocos
episodios concretos y esté lleno de elipsis que los lectores tenemos
que rellenar, pero quizás, como le pasa a la protagonista, habrá
cosas de las que nunca podremos saber la verdad, lo que realmente
pasó. Es interesante porque mezcla el diario personal de la
protagonista, cartas y una narración en tercera persona más
tradicional. Pero acaba siendo magnífico porque es una reflexión de
las historias (o mentiras) que nos contamos a nosotros mismos, de las
vidas ajenas que nunca podremos entender del todo por más que amemos
a esa otra persona.
Todos estos relatos de Munro tienen un
punto inquietante, pero el que más es 'Deudas', en que una niña
solitaria que se hace la típica pregunta “¿Seré adoptada?”
acaba encontrando una respuesta nada típica. Pero quizás, ahora
mismo, mi más favorito de todos haya sido 'Desencuentro', que
también habla de una espera. La protagonista es una enfermera que
lleva una vida rutinaria dedicada a cuidar de su hermana enferma (y
bastante tiránica), pero aún así se las arregla para ir una vez al
año a ver una obra de Shakespeare. En una de estas excursiones, un
cúmulo de casualidades le llevan a conocer un hombre con el que se
prometen que se esperarán. Pero las cosas no salen como estaba
planeado y al final hay un giro rocambolesco que parece propio de un
culebrón, pero Munro consigue hacerlo creíble y dejarnos con una
desesperanza de lo más amarga.
2 comentarios:
La primera vez que leí a Alice Munro me pregunté cómo había podido vivir todo ese tiempo sin saber de ella. Afortunadamente no me he leído todos sus libros, así que aún me queda material para disfrutar por primera vez, pero ya se ha convertido en una de mis escritoras favoritas. De todo lo que me he leído sólo tengo un "pero" y es 'The view from Castle Rock'. Dicen que es uno de sus mejores trabajos pero yo no conseguí ni terminarlo, no sé qué opinas tú.
¡Saludos!
A mí también me queda mucho de Munro por descubrir por primera vez y me alegro de ello. No he leído 'La vista desde Castle Rock' pero no eres la primera persona que me dice que este libro le decepcionó, así que puede que sí que sea su único "pero"...
Saludos!
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