sábado, 19 de diciembre de 2009

Mi top 10 de series de la década (y 3)

05. Cambridge Spies (2003) Tom Hollander, Toby Stephens, Samuel West y Rupert Penry-Jones como espías británicos que trabajan para los comunistas es un sueño (erótico) hecho realidad. Historia de amistad, de amor, de espías que siempre están fingiendo, de espías que nunca pueden ser quienes son realmente, de la ilusión que todos tenemos cuando somos jóvenes, de las decepciones que sufrimos a medida que nos hacemos mayores. Una joya cinematográfica para descubrir.



04. Battlestar Galactica (2004-2009) Se suele vender esta serie como la serie de ciencia ficción que gustará incluso a los que no les gusta la ciencia ficción. Y probablemente sea cierto, porque en el fondo esta serie habla de política, religión, moral y justicia. Tiene sus defectos y a pesar de estos y de que el final no dejó satisfecho a prácticamente nadie, es una serie épica, más grande que la vida, en la que las cosas no son blancas o negras, con unos personajes complejos y momentos de gran intensidad emocional.



03. Rome (2005-2006) Esta serie lo tiene todo: violencia, sexo, intrigas, traiciones, asesinatos, muertes épicas, desnudos gratuitos... Magníficamente bien escrita, rodada e interpretada. Es impecable. Es épica.






02. Mad Men (2007-?) La ambientación, la realización, los personajes, las interpretaciones, todo es de una belleza abrumadora en esta serie protagonizada por agentes de publicidad del Nueva York de los 60. Todos los personajes son personas despreciables, pero son tan reales. Es un drama pero con grandes dosis de humor, especialmente el que surge de poner delante de nosotros una sociedad tan conservadora, clasista, racista y machista como la de los 60. A veces puede parecer que hay capítulos en los que no sucede nada, pero estos son en realidad los que más cosas cuentan. Una delicia.



01. Freaks and geeks (1999-2000) No es que sea la serie sobre adolescentes en un instituto más realista que se haya hecho jamás, es que es la única sobre adolescentes en un instituto que es realmente realista. Una comedia dramática perfecta, divertida a ratos, y a otros triste. Ambientada en los 80 tiene esa nostalgia y melancolía que se desprende de mirar atrás, pero aún así no se olvida de lo malo, de lo difícil que es encajar, de lo duro que es ser un geek o un freak en la adolescencia. Habla de crecer, de luchar por encajar y de acabar aceptándose tal como uno es. Una maravilla.


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