viernes, 30 de marzo de 2012

'Falconer' de John Cheever



Falconer es el nombre de una prisión de mala muerte. Allí llega Ezekiel Farragut, un hombre condenado a diez años por asesinar a su hermano. A primera vista, puede parecer raro que John Cheever ambiente una novela en una prisión y no en los suburbios. Pero que John Cheever sea llamado “el escritor de los suburbios” es un tópico, y como todo tópico tiene parte de verdad y parte de mentira. En sus cuentos o novelas que se desarrollan en los suburbios, puede relatar un estilo de vida (con muchas fiestas y mucho alcohol), pero antes que nada relata la vida de unas personas tan reales que podrían vivir en los suburbios pero también en cualquier otra parte.

En ‘Falconer’ también hay algo de los suburbios, cuando el protagonista recuerda su pasado pero también cuando los otros presidiarios le explican su vida al protagonista, unas historias secundarias que los detractores de Cheever siempre podrán utilizar como argumento para decir que Cheever no sabe escribir novelas sino cuentos pegados, cuando a mí me parece que, te pueden gustar más o menos, pero todas tienen unidad y son compactas.

Sin embargo, más que este aire “suburbial”, lo que hace de ‘Falconer’ una novela típicamente Cheever es que no es una novela carcelaria. Sucede en una cárcel pero la intención de Cheever no creo que sea la de contarnos la vida carcelaria de forma realista. No es para nada una novela realista y no se puede leer como tal, porque sino parecería ingenua. Pero decir que Cheever no es realista tampoco creo que sea acertado. Lo es y no lo es. Su realismo es lírico, idealista y al final siempre tiene un punto casi mágico, en que la verosimilitud queda suspendida por unos instantes.

‘Falconer’ es una obra sobre el deseo de libertad que hay en todos los seres humanos y a veces parece un cuento, una alegoría con reminiscencias casi míticas. A veces me gustaría que Cheever me contara más sobre la relación del protagonista con su hermano, qué le llevó exactamente a asesinarlo, pero, para bien o para mal, esto a Cheever no le interesa. Y es que ‘Falconer’ es también una novela sobre el deseo de amor, de felicidad, de otra vida posible más allá de la mediocridad y la rutina que nos rodea. Creo que cada vez tengo más claro que Cheever es y no es a la vez, pero, sea como sea, siempre es magnífico.