sábado, 26 de abril de 2014

'Cuando las palomas cayeron del cielo' de Sofi Oksanen




'Cuando las palomas cayeron del cielo' sigue la misma línea que Sofi Oksanen ya inició en 'Purga'. Por tanto, se trata también una novela que explora el pasado de Estonia, que habla de supervivencia, cuya trama se desarrolla en dos líneas temporales que acabarán divergiendo, que destaca por una intriga precisa que te atrapa y un giro final sorpresa, además de un estilo particular con ocasionales toques líricos y sensoriales deliciosos.

Pero en esta ocasión, claro, el efecto sorpresa se ha diluido y, a veces, 'Cuando las palomas cayeron del cielo' parece una especie de continuación, una nueva versión que poco de nuevo aporta. Sin embargo, lo que aporta lo hace con gran habilidad, porque probablemente la principal virtud de Sofi Oksanen es la de construir historias de suspense que te atrapan con su intriga bien dosificada, que funciona como un mecanismo de relojería, entregándote la información poquito a poquito para que tu puedas ir reconstruyendo lo que realmente pasó poquito a poquito.

Ésta vez, la historia pasa en la década de 1940, durante la ocupación nazi, y paralelamente en la década de 1960, durante la ocupación soviética. Los protagonistas son tres: un maestro en el arte de adaptarse al entorno, su mujer insatisfecha y depresiva, y su primo que se mantiene fiel a sus ideales. Otra vez se habla de supervivencia, lucha y adaptación, pero también de cómo los vencedores modifican la historia, de las mentiras de Estado, de las intrigas que se ponen en marcha por una migajas de poder, de las barbaridades que alguien puede cometer para salvar el pescuezo o por otros objetivos aún más egoístas.

El primo que se reinventa y que pasa de ser defensor de una Estonia libre, a ser un colaboracionista nazi, para acabar siendo un espía del KGB, nos cae mal porque es rastrero e incapaz de pensar en algo que no sea sí mismo, pero a la vez no deja de ser fascinante por su habilidad y su tenacidad. Es un personaje que tiene lo peor y lo mejor del ser humano, complejo e interesante. Los otros dos acaban difuminándose en comparación y me hubiera gustado saber como uno termina medio loco y otro alcohólico. Para mí es aquí donde Oksanen falla un poquito, porque antes de describirnos con más detalle la evolución de estos personajes prefiere darnos un final sorpresa que acaba resultando precipitado.

Sin embargo, 'Cuando las palomas cayeron del cielo' es una muy buena novela de intriga, con esa mezcla de revisión histórica del siglo XX y thriller de suspense, una mezcla original si se compara con otros escritores, pero que es marca de la casa de Sofi Oksanen. La novela está muy bien construida y nos presenta realidades y dilemas incómodos, deja que sea el lector quién vaya reconstruyendo la historia y sacando sus conclusiones, y tiene un tono triste y trágico bastante desgarrador. Realmente recomendable, tanto que yo quiero seguir leyendo más de Oksanen lo antes posible.


domingo, 6 de abril de 2014

'Tres hombres en una barca' de Jerome K. Jerome



'Tres hombres en una barca' de Jerome K. Jerome es un libro de humor sobre tres amigos que deciden hacer juntos un viaje en barca remontando el río Támesis, acompañados de un perro muy peleón. Y aunque fue publicado en 1889 me ha sorprendido lo vigente que es su humor. La comicidad se desprende no tanto de las anécdotas sino más bien de la forma en que reaccionan los personajes, no tanto de la acción en sí sino más bien de unas personalidades risibles, cosa que es lo que hace el humo indudablemente moderno. Los personajes son un cúmulo de defectos de lo más reconocibles. Así, los tres amigos son perezosos, hipocondríacos, egocéntricos, muy pagados de sí mismos, exagerados, egoístas, y les encanta escaquearse y hacerse la puñeta unos a otros. 

Tengo que decir que en algunos fragmentos Jerome se olvida del humor y se pone a describir en serio no sólo los parajes que cruzan los tres protagonistas sino también episodios de la historia de Inglaterra relacionados con esos parajes. Sí, en ocasiones incluso se pone lírico y sentimental, lo cual es una lata y no cuaja nada con el tono humorístico. Afortunadamente esto tampoco sucede tan a menudo. La mayor parte del rato Jerome se propone ridiculizar la vanidad y el egocentrismo que, en mayor o menor grado, se encuentra dentro de todos nosotros. Jerome lleva hasta la exageración estos defectos, de modo que a veces se alcanzan cuotas de humor absurdo, otro ejemplo más de la modernidad de la comicidad de esta novela. 

Pero, como ya he dejado caer, si bien el humor de 'Tres hombres en una barca' sí que es moderno, la estructura no lo es tanto. No me refiero a que sea un libro sobre “nada”, sin argumento reconocible y basado más en los personajes que no en la acción. Porque por estas señas probablemente también debería ser considerado moderno. Sino que me refiero a esta extraña mezcla de géneros, entre humor y seriedad, que no pegan ni con un milagro. Y encima, cuando Jerome se pone serio suena realmente pasado de moda, terriblemente anacrónico, digresivo, sentimentalista, aburrido, cursi, etc. Pero lo dicho: la mayor parte del tiempo 'Tres hombres en una barca' es un libro realmente divertido.