martes, 27 de mayo de 2014

'El secreto' de Donna Tartt



'El secreto' de Donna Tartt es otra novela de culto que a mí no me ha impresionado nada. Creo que el planteamiento inicial es muy prometedor, pero luego es llevado a cabo de una forma decepcionante y superficial. Va de unos estudiantes universitarios de griego clásico, esnobs, amorales y (aparentemente) literarios, que deciden matar a un compañero que les estorba. No se puede negar que es un punto de partida muy atrayente, pero poco a poco me fui dando cuenta de que en realidad hay mucha apariencia y poca sustancia.  

Es cierto que se lee rápido (aunque quizás básicamente sea porque hay mucho diálogo) y no es menos cierto que la novela transmite cierta sensación de desasosiego y trajín que te engancha. Pero el estilo es plano, muy funcional, sin nada distintivo. Además, la intriga es bastante poca cosa. Todo el rato estuve esperando una revelación que dotara a la historia de algún elemento inesperado y/o profundo que redimiera esta supuesta intriga que no es nada intrigante. Pero nunca llega. Es todo tan terriblemente previsible que cuesta de creer. 

Luego están los personajes, que en un principio también parecen más interesantes de lo que en realidad resultan ser. Van de elitistas y especiales, pero son simples arquetipos, planos y aburridos. Son descritos de forma tan superficial que es imposible encontrar un rasgo de carácter que los distinga unos de otros. Así, entre el grupo estos estudiantes de griego sólo se distinguen porque uno es el narrador de origen humilde, el líder es el más pedante e insufrible, luego hay un homosexual declarado, dos gemelos (chico y chica), y el tipo al que matan. 

El único personaje que me ha despertado algo de curiosidad ha sido el de Bunny, el asesinado (tranquilo todo el mundo que no estoy diciendo nada de más, esto ya se nos revela prácticamente en la primera línea). Es el único que posee alguna contradicción que llega a parecer interesante: es el típico joven americano saludable y popular pero decide estudiar griego, no tiene ni un duro y va gorreando por ahí, es un malísimo estudiante pero se las va arreglando para parecer que es inteligente, y aún me estoy preguntando si es un buen tipo o un mal tipo, cosa que quiere decir que ( a diferencia de los otros) tiene cierto grado de ambigüedad que al menos lo hace algo real. Me hubiera gustado conocer el punto de vista de Bunny de toda la historia, sinceramente creo que la habría hecho más interesante. 

Y sintiéndolo mucho aún hay más. Me esperaba que fuera una novela que explorara de forma más interesante la cultura griega, pero cuando hace referencia al tema es sólo como un tipo de justificación argumental bastante patillera. También me esperaba más referencias literarias en general, pero si se menciona algún libro u autor es de forma totalmente incidental. Excepto en una sola ocasión. Es cuando un personaje comenta que parece que están viviendo una novela de Dostoievski. Tengo que reconocer que la comparación es acertada, por más que las distancias sean abismales, pero hay cierta urgencia y cierto ir de aquí para allá sin ningún respiro, que recuerdan a las de las novelas de Dostoievski. El patrón es el siguiente: el narrador se pone de los nervios pensando que les van a descubrir, bebe hasta casi perder el conocimiento, se va a la cama con la ropa puesta, duerme hasta las tantas, y vuelta a empezar.

Soy consciente que he soltado una buena diatriba y que debe parecer que he odiado la novela. Tampoco es así; me ha entretenido, pero nada más. Recopilo las cosas buenas: el personaje de Bunny, ese histerismo y esa desazón un poco a lo Dostoievski, la capacidad de crear una atmósfera cerrada casi claustrofóbica y un universo propio casi atemporal, y la habilidad para atrapar al lector. El gran defecto es que es una obra plana, en lo que se refiere a estilo, argumento y creación de personajes. Pero no deja de ser prometedora, y más si tenemos en cuenta que es una primera novela. Así que tengo que decir que siento cierta curiosidad para ver cómo son las posteriores novelas de Donna Tartt, para comprobar en primera persona si mejora o está igual. 

miércoles, 21 de mayo de 2014

'Un día es un día' de Margaret Atwood



Con Margaret Atwood no empecé con muy buen pie. Leí 'El asesino ciego' y me pareció una novela plana y previsible que me dejó completamente fría. Luego fui encontrándome con poemas sueltos de Atwood, alguna que otra cita aquí y allí, que me fueron gustando tanto como para animarme a volver a leer un libro suyo. Me decidí por 'Un día es un día', una recopilación de cuentos que no era larga y que tocaba temas que a priori me podían interesar. Lamento decir que esta lectura tampoco ha servido para acabar de reconciliarme del todo con Atwood. 

Puede que parte de la culpa sea mía, porque no he podido evitar comparar estos cuentos con los de Alice Munro, ya que las dos son canadienses, de la misma generación y amigas. Y yo adoro a Munro, y Atwood, en comparación, sale perdiendo. Lo que me atrajo de la contraportada de 'Un día es un día' fue que me vendía que se trataba de cuentos protagonizados por mujeres, muy distintas entre sí, que se encontraban en diferentes etapas de la vida. 

Cierto, los cuentos (en su mayoría) son protagonizados por mujeres. Pero en lugar centrarse en las mujeres se centran en la relación de las mujeres con los hombres (como si las mujeres sólo pudieran definirse a través de su relación con los hombres), pero es que encima la visión que tiene Atwood de estas relaciones me ha parecido algo desfasada (o quizás simplemente ocurra que yo no la comparto): básicamente sería que los hombres y las mujeres son seres opuestos y sólo quieren aprovecharse los unos de los otros. Y esto me pareció muy rancio y repetitivo. Además, en general me ha parecido todo muy cínico. Y si bien el cinismo me gusta en dosis justas, un exceso se me antoja cansino. En el fondo debe ser que si me gusta leer será porque me gusta encontrar en medio de la fealdad una pizca de belleza, bondad, idealismo, pureza. 

De estos cuentos en que los hombres son unos canallas con las mujeres supongo que el que más me ha gustado es 'Betty' porque es contado a través de los ojos de una niña, que tiene una hermano y que pasa mucho rato en casa de sus vecinos, un matrimonio que se acabará rompiendo. Supongo que me ha gustado porque habla de la infancia de una manera que me ha parecido veraz. Otro cuento parecido es 'Momentos significativos en la vida de mi madre', que es exactamente lo que su título da a entender, contado con cierta nostalgia y mucho amor. 

Sin embargo, el relato que más me ha gustado (con diferencia) es 'Isis en la oscuridad', que curiosamente es prácticamente el único que tiene como único protagonista y punto de vista un hombre. Encima, se trata de un cuento que relata la historia de amor platónico entre dos aficionados a la poesía, que se reencuentran por azar cada diez años. No es tanto la historia de amor entre estas dos personas, sino la historia de amor que estos dos personajes mantienen con la poesía, el arte, la belleza, el idealismo de la juventud. Creo que me ha gustado porque tiene esa chispa de algo transcendente y puro que se esconde en la literatura y que nos hace ver la vida con ojos más optimistas, esa chispa de belleza en medio de la fealdad de la que he hablado antes. 


jueves, 1 de mayo de 2014

'La casa de hojas' de Mark Z. Danielewski



Parece que lo más habitual entre los que han leído 'La casa de hojas' de Mark Z. Danielewski es convertirse en un fan obsesivo de la novela, o bien odiarla a muerte por pretenciosa. En cambio, yo estaría en un término medio. Me ha gustado, incluso diría que me ha gustado mucho, pero paradójicamente me es más fácil entender a los que la desprecian que a los que la idolatran. A ver, me parece un divertimento realmente ingenioso, un artefacto de lo más curioso e interesante, pero aquí se termina la cosa. No creo que sea revolucionaria, porque no va a cambiar la forma de escribir, se quedará en una anécdota simpática en la historia de la literatura en forma de nota a pie de página que muchos pasarán por alto. Y esto con una buena dosis de suerte. 

Johnny Truant es un jovencito que un día se topa con un manuscrito titulado 'El expediente Navidson', presuntamente escrito por un tipo ciego llamado Zampanò, manuscrito que es el análisis de una película documental sobre una casa encantada que supuestamente revolucionó el mundo académico, pero en realidad nadie ha oído hablar de ella. La novela tiene dos líneas argumentales (las desventuras de Johnny Truant y el análisis de la película) que más que entremezclarse corren paralelas. 

El problema es que Johnny Truant es un gilipollas que se cree más listo y profundo de lo que en realidad es y tenemos que tragarnos sus aburridos desvaríos etílico-lisérgicos y los relatos de sus sesiones de sexo con un montón de tías buenas, aunque desgraciadamente entre este montón no se encuentra a la chica de sus sueños, que se dedica a ignorarlo bastante por más que también le parece mono (ay, qué penita). La verdad es que esta parte es tan intrascendente e infumable que estuvo a punto de arruinar todo el libro. 

Infinitamente más interesante es la parte en la que un matrimonio en crisis se muda, con sus dos hijos, a una casa que es más grande por dentro que por fuera, una casa que esconde un inmenso vacío de frío y oscuridad, y que puede cambiar de forma instantáneamente según las presencias que detecte. Esta parte está repleta de notas a pie de página (en los que uno se puede perder fácilmente y) que en su mayor parte hacen referencia a artículos que no existen, aunque también hay otros que sí que existen. 

Por otra parte, también salen personajes famosos reales (escritores, intelectuales y expertos en los más diversos campos) que dan su interpretación de lo que significa la casa, una interpretación que siempre barre para su casa (perdonad la redundancia), es decir, imponen su pensamiento a la interpretación de la casa; básicamente hacen que signifique lo que ellos quieren que signifique. Esta parte, que se mofa de la literatura académica, es realmente divertida, muy conseguida. No se puede negar que Danielewski se lo ha currado mucho y que le ha salido bien. 

Así, me ha encantado cómo se analiza la crisis matrimonial y otros aspectos cotidianos como si fuera un tema académico, y cómo el manuscrito intenta otorgar un simbolismo trascendente a detalles sin importancia. Lo dicho, es realmente divertido, a la vez que interesante. En cambio, como novela de terror, el libro se queda cojo. Hay momentos inquietantes, sin duda; pero la intensidad de las primeras exploraciones de la casa se va diluyendo progresivamente, hasta el punto que la última ya resulta repetitiva y el final decepcionante. 

Volvamos por un momento al odioso Johnny Truant. Se supone que tenemos que creernos que la lectura del manuscrito lo afecta de tal modo que empieza a tener ataques de ansiedad y acaba por volverse medio loco. Pero, claro, es difícil de creer, porque el pavo está leyendo lo que estamos leyendo nosotros y definitivamente no hay para tanto. Luego los desvaríos de Johnny adoptan un aire de pesadilla y creo que se supone que tiene que dar miedo, pero la verdad es que la cosa más bien da risa. 

Definitivamente el personaje de Johnny Truant y su historia están a punto de arruinar todo el libro, que sería infinitamente mejor si le cortaran toda esta parte. Y ya que estamos puestos a pedir, yo pediría que en su lugar se nos explicara la historia de Zampanò, que parece un personaje más interesante. Aquí y allí se nos insinúa algo, pero poco. A la novela definitivamente le gusta insinuar aquí y allí, pero sus insinuaciones se quedan en nada. Yo esperaba un giro final, una revelación, pero no llega nada. Reconozco que esto me ha molestado un poquito y en ocasiones me ha dado por pensar que la novela también se cree más lista de lo que en realidad es. 

Vale, la novela es muy lista y hábil en lo que se refiere a temas formales pero no tanto en el fondo. Por eso me molesta bastante que la comparen con 'La broma infinita' de David Foster Wallace, porque allí sí que hay forma y fondo. No es que 'La casa de hojas' sea una novela vacía de contenido, pero este contenido es sólo bueno, para nada excepcional ni novedoso. Realmente no creo que sea necesario leerla dos veces para entenderla (como se dice por ahí). Realmente no es tan difícil de seguir y entender; sólo pide un poco de paciencia, pero más porque es un libro gordo y pesado que no argumentalmente complejo. 

'La casa de hojas' tiene unos cuantos trucos formales realmente ingeniosos y lo mejor es que estos trucos formales están ligados al contenido. En este libro la distribución del texto en la página en blanco es fundamental. Así, hay todo un capítulo que habla de personajes perdidos en un laberinto mientras que los lectores también nos perdemos en un laberinto de notas a pie de página. En otros capítulos, hay páginas con pocas palabras y el enorme espacio en blanco que queda nos transmite la sensación de vacío físico que sienten los personajes. A veces se tiene que girar el libro, ponerlo de través o boca abajo y, con un libro tan gordo y pesado, éstas pueden ser operaciones bastante engorrosas, pero ahí está la gracia. 

Ciertamente me ha gustado que los hallazgos formales no sean gratuitos, sino que estén ligados al fondo, que tengan su razón de ser. También me ha encantado toda la parodia de la literatura académica, y la mayor parte de la historia del matrimonio en crisis y la casa encantada y el simbolismo psicológico de la oscuridad que reina en ella. Es un libro curioso, interesante, divertido, muy currado. Me lo he pasado muy bien leyéndolo pero creo que le falta un gran trecho para ser la obra maestra que dicen por ahí.