martes, 28 de enero de 2014

'Las grandes familias' de Maurice Druon



'Las grandes familias' de Maurice Druon se centra en dos grandes familias unidas por un matrimonio: una es de origen aristocrático (con diplomáticos, militares, poetas, etc.) y la otra es de origen burgués (que se enriqueció gracias a sus fábricas, su banco y su periódico). Y en medio hay dos personajes de origen humilde que consiguen colarse en estas familias y prácticamente pasar a formar parte de ellas: uno es una sirvienta que consigue hacerse imprescindible porque sabe aparecer en el momento justo (cuando las cosas empiezan a torcerse) y ella puede ser útil e incluso llegar a mandar y tener su momento de gloria; y el otro es un aspirante a literato pusilánime que pronto olvida sus ínfulas literarias y nos damos cuenta de que lo que le interesa en realidad es ganar dinero, poder, influencia y admiración. 

Las dos grandes familias, a pesar de tener orígenes distintos, comparten un mismo destino: el de una lenta desintegración. La novela no deja de ser otra muestra de la típica obra que retrata la decadencia de los que en antaño lo fueron y pudieron todo. Pero lo retrata muy bien, y de una forma especialmente misántropa y amarga. No hay ningún personaje que merezca la más mínima simpatía y ni siquiera compasión. Son todos seres egoístas y ensimismados en sí mismos. Del primero al último realmente mezquinos. Memorables son las escenas de entierros en que los personajes asisten para dejarse ver pero no sienten ni la más mínima pena por el pobre que le ha tocado estar en el ataúd. 

Novela río que retrata la sociedad francesa de entre guerras, 'Las grandes familias' es quizás, más que nada, una novela sobre la ambición (la ambición de los hombres ricos que quieren ser aún más ricos y no quieren verse destronados, pero también la ambición de una actriz de segunda que es capaz de cualquier cosa por tener una vida regalada). Y cómo esta ambición ciega puede provocar tragedias. Pero, bueno, para el causante de la tragedia tampoco hay para tanto, porque la tristeza pronto es devorada por una nueva y aún más insaciable ambición. 

lunes, 6 de enero de 2014

Libros en el 2013



Creo que voy dejando atrás mi obsesión por el número de libros que leo. Este año no he llegado ni a 50 (ha sido un año raro) y tampoco es que me lo tome a mal. Estoy contenta porque los libros gordos, de muchas páginas, ya no me dan tanto miedo como antes. De hecho, uno de mis propósitos del 2013 era leer más libros largos y, al final, he leído once de más de 350 páginas (que para mí es la línea que diferencia un libro largo, algo aleatorio lo sé). Y además, entre estos hay muchos que tenía pendientes de hacía tiempo, así que: misión cumplida. Más o menos.

El descubrimiento del año ha sido Edgar Keret, que es muy grande, y la alegría del año ha sido Alice Munro: por las alegrías que me ha aportado como lectora pero también porque le dieron (más que merecidamente) el Nobel. A continuación, la lista completa de libros leídos en 2013 y marcados en negrita los que más me han gustado, porque si bien es cierto que dejo atrás mi obsesión por los números, no abandono la obsesión por las listas, porque me gusta tenerlo todo bien ordenadito y clasificado.


01. ‘Libertad’ de Jonathan Franzen
02. ‘Du rêve pour les oufs’ de Faïza Guène
03. ‘La librería ambulante’ de Christopher Morley
04. ‘La muerte de Danton’ de Georg Büchner
05. ‘Jernigan’ de David Gates
06. ‘Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio’ de Alice Munro
07. ‘El sentido de un final’ de Julian Barnes
08. ‘Le fils de l’homme invisible’ de François Berléand
09. ‘Cuatro hermanas’ de Jetta Carleton
10. ‘El ángel Esmeralda’ de Don DeLillo

11. ‘Píldoras azules’ de Frederik Peeters
12. ‘El mar, el mar’ de Iris Murdoch
13. ‘Al pie de la escalera’ de Lorrie Moore
14. ‘El malentendido’ de Irène Némirovsky
15. ‘La rebelión’ de Joseph Roth
16. ‘Besarabia’ de Iliá Mitrofanov
17. ‘De repente llaman a la puerta’ de Edgar Keret
18. ‘Morfina. Relatos de un joven médico’ de Mikhail Bulgakov
19. ‘A propósito de Abbott’ de Chris Bachelder
20. ‘La mala gente’ de Étienne Davodeau

21. ‘Los once’ de Pierre Michon
22. ‘Trampa 22’ de Joseph Heller
23. ‘Mi vida querida’ de Alice Munro
24. ‘Looking for Alaska’ de John Green
25. ‘Tú y yo’ de Niccolò Ammaniti
26. ‘Pastoral Americana’ de Philip Roth
27. ‘Corre, conejo’ de John Updike
28. ‘Los días contados’ de Miklós Bánffy
29. ‘La ignorancia’ de Milan Kundera
30. ‘La chica sobre la nevera’ de Edgar Keret

31. ‘El mercader de alfombras’ de Phillip Lopate
32. ‘Cançons d’amor i de pluja’ de Sergi Pàmies
33. ‘Las peste negra’ de Nina Berberova
34. ‘Peyton Place’ de Grace Metalious
35. ‘Mao II’ de Don DeLillo
36. ‘Purga’ de Sofi Oksanen
37. ‘Las damas de San Petersburgo’ de Nina Berberova
38. ‘Los solteros’ de Muriel Spark
39. ‘El vino de la juventud’ de John Fante
40. ‘Pizzeria Kamikaze’ de Edgar Keret

41. ‘La pianista’ de Elfriede Jelinek
42. ‘La prueba’ de Agota Kristof
43. ‘Catedral’ de Raymond Carver (relectura)


De cara al 2014, me vuelvo a proponer leer más libros gordos, algunos de los cuales ya hace ya tiempo que tengo pendientes (y algunos que ya estaban en mi lista de propósitos del 2013):


01. ‘Las grandes familias’ de Maurice Druon
02. ‘Del diario de un cazador’ de Ivan Turgéniev
03. ‘La escoba del sistema’ de David Foster Wallace
04. ‘La tragedia de la calle de las Flores’ de Eça de Queirós
05. ‘La impaciencia del corazón’ de Stefan Zweig
06. ‘Memorias de la casa muerta’ de Fiódor Dostoievski
07. ‘Me casé con un comunista’ de Philip Roth
08. ‘Herzog’ de Saul Bellow
09. ‘Los Buddenbrook’ de Thomas Mann
10. ‘Las aventuras del buen soldado Svejk’ de Jaroslav Hasek
11. ‘Una mujer difícil’ de John Irving


Y de propina, cuatro de muy chungos (al menos para mí), por su rollo posmoderno.


12. ‘El arcoiris de la gravedad’ de Thomas Pynchon
13. ‘El plantador de tabaco’ de John Barth
14. ‘Europa Central’ de William T. Vollmann
15. ‘Los detectives salvajes’ de Roberto Bolaño


A parte de estos gordos, seguro que caerá alguno de Alice Munro, otro de Sofi Oksanen, alguno más de Nina Berberova y el último de la trilogía de Agota Kristof. Y es que algo que siempre me da vergüenza es las pocas mujeres que leo, comparadas con los hombres.

Y mi otro (gran) propósito (como lectora) es leerme todos los cuentos de John Cheever. He contado que si me leo uno a la semana, cuando llegue a fin de año sólo me quedarán 10 por leer. Lo intentaré sin amargarme, pero a día de hoy ya voy con retraso. 

sábado, 4 de enero de 2014

'Los días contados' de Miklós Bánffy






‘Los días contados’ de Miklós Bánffy es un novelón de esos que me gustan tanto a mí, de esos con regusto a clásico decimonónico, con duelos, adulterio, algunas chismosas a las que les encanta propagar rumores, un cazafortunas, personajes que se endeudan hasta las cejas por culpa del juego, etc. Bánffy fue un escritor y político de origen aristocrático perteneciente a la minoría húngara que habitaba en Transilvania, un territorio que ahora forma parte de Rumanía, y es éste ambiente, que tan bien conoce, el que retrata: el de la aristocracia húngara en Transilvania de principios del siglo XX, con sus bailes fastuosos, sus fiestas y sus cacerías.

Los personajes principales son dos primos: uno es un político idealista (y algo ingenuo) y el otro un músico de talento con cierto afán autodestructivo. Pero a su alrededor hay una gran cantidad de secundarios bien descritos que enriquecen la trama, que se desenvuelve con ritmo certero y bien marcado. ‘Los días contados’ habla de amor (y sus dificultades), de convenciones y convencionalismos sociales, de impotencia ante las circunstancias externas, de renuncia y decepción, y también por supuesto de política, ya que al fin y al cabo habla de cómo empieza a resquebrajarse el imperio austro-húngaro.

Me ha parecido muy interesante la forma en que Bánffy retrata la política de la época, con sus peleas infantiles entre gobierno y oposición, con sus vanidades y sus mezquindades, con sus reclamaciones frívolas para distraer la atención de los problemas graves, con su ninguneo por las minorías, etc. Y relacionado con éste último aspecto hay un detalle que me ha gustado mucho: la forma en que los transilvanos son ninguneados en Budapest, y como los húngaros de Budapest son ninguneados en la capital del Imperio.

Es la primera parte de una trilogía, que sin duda me voy a leer entera más temprano que tarde (si nada ni nadie me lo impide), porque a parte de tener unos personajes muy bien construidos y un estilo narrativo que fluye de manera ejemplar, también se trata de una obra tan válida hoy en día como lo fue en su momento de publicación; es lo que tienen los clásicos, y yo me atrevo a decir que ‘Los días contados’ de Miklós Bánffy es todo un clásico.