Si digo que me he tenido que forzar para terminar 'El último encuentro' supongo que ya lo he dicho todo. Al principio tampoco es que me estuviera disgustando, pero una vez se descubre el secreto, la razón por la cual huyó el amigo, y resulta ser una razón de lo más prosaica y banal, mi interés se esfumó por completo y aún quedaba prácticamente medio libro por leer. 'El último encuentro' narra el reencuentro de dos amigos después de 41 años sin verse, después de que uno de ellos huyera sin dar ningón aviso o explicación, y todo esto después de ser amigos durante más de veinte años, desde la infancia. Al principio no me estaba disgustando, me gustó el flashback en que se describía la infancia del protagonista y, por supuesto, la amistad con un compañero de internado. Me gustó el sentimiento de pérdida y soledad que siente el anciano protagonista porque el mundo al que pertenecía (el imperio austrohúngaro) hace ya años que no existe. Me empezó a mosquear que el narrador comentara que la amistad es un sentimiento tan noble que sólo se puede dar entre dos hombres, no entre dos mujeres. Puede parecer un detalle sin importancia, pero para mí no lo es. Y luego el dicho encuentro entre los dos viejos amigos se me hizo ya insoportablemente tedioso. A parte que la conversación es totalmente inverosímil (¡nadie habla así y durante tanto tiempo!) las colosales digresiones me hicieron acabar la paciencia. Mucha palabrería para en el fondo no decir nada más que lugares comunes.
martes, 15 de septiembre de 2009
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2 comentarios:
A mí este me encantó, cómo cuenta la historia, y aunque es extensísimo el monólogo, es muy interesante. Por ejemplo con eso de que la amistad en realidad debería ser totalmente desinteresada.
No sé, yo esperaba mucho de esta novela (porque las historias de amistad en literatura me interesan mucho), pero quedé muy decepcionada. En fin, algún día tengo que volver a leer alguna otra novela de Márai, a ver si me gusta más.
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