domingo, 17 de agosto de 2008

'Newsradio' (1995-1999)


El verano es un buen momento para ver series que siempre hemos querido ver pero que durante el año no hemos tenido tiempo de ver. Estas condiciones ambientales, sumados a otros factores, han hecho que con 13 años de retraso me haya enganchado a 'Newsradio'. No sólo me he enganchado, también me atrevería a decir que me he enamorado. No sé bien por qué me gusta tanto. Pero razones las tiene que haber. Tiene que haberlas, porque un día, cuando ya había visto unos cuantos capítulos, estaba yo intentando recordar si la serie tenía risas enlatadas y no podía decirlo con seguridad. Resulta que las tiene. Al fin y al cabo eran los noventa. Pero si a mí no sólo no me molestan sino que incluso ni las oigo tiene que querer decir que la serie es buena. Lo que me gusta de la serie es que fue hecha en los 90, pero parece de los 80, porque en los 80 aún no éramos cínicos y lo que me gusta de 'Newsradio' es que es una zona libre de ironía, de cinismo y de meta-referencias. Es una serie sencilla y eficaz. Me gusta porque es divertida pero sin intentarlo demasiado. Parece que le importa más contar una historia que ser divertida porque sí. Es un humor muy clásico, que nace de las relaciones entre los diferentes personajes y de sus personalidades opuestas. A veces me hace pensar en las películas clásicas de Hollywood. No intenta ser divertida como tantas series de hoy intentan ser divertidas con parodias, chistes políticamente incorrectos y cinismo. Es mucho más fácil ser cínico que no serlo. Y el personaje del señor James como millonario excéntrico (y propietario de la radio donde transcurre toda la acción) es para la posteridad.


Pero no os voy a engañar, la principal razón por la que me gusta tanto 'Newsradio' es Bill McNeal (Phil Hartman). Oh, qué hombre. Es su voz. Oh, qué voz, puede hacer lo que quiera con su voz. Por supuesto, que el personaje sea un egocéntrico, arrogante, paranoico, pedante y tan seguro y pagado de sí mismo siempre ayuda, aunque me encanta cuando demuestran que además de esto también tiene sus inseguridades y su corazoncito. Y sus escenas con Dave (Dave Foley), el director de la cadena de noticias de radio donde pasa toda la acción, son geniales, porque los personajes son tan diferentes. Me siento fatal por no haber descubierto antes este actor. Era de aquellos actores cómicos en lo que importa no es lo que dice sino como lo dice. Era de aquellos actores cómicos que son más divertidos cuánto menos hacen. Era de aquellos actores cómicos que incluso en la vida real están perpetuamente interpretando su personaje y que no hablan nunca en serio. Oh, qué hombre. Ya no quedan hombres así. (Por cierto, estaba yo preocupada porque en los primeros capítulos de la segunda temporada las gafas de Bill McNeal habían desaparecido. Afortunadamente parece que ya han vuelto a aparecer).

1 comentario:

oscar pons dijo...

Hola, Núria. No conozco esta serie. A mí también me encantan las series: Dexter (humor negro delicioso), House (socarrón, ácido, cínico), Perdidos (guión fabuloso), Las chicas Gilmore (diálogos rapidísimos, ironía), Urgencias, etc., etc... Un abrazo :)