Murió J.G. Ballard y, aunque sólo he leído dos libros suyos, y aunque sólo uno de ellos me ha gustado, me apenó. 'El imperio del sol' está desde hace muchos años en la lista de libros que quiero leer, porque la película me gustó mucho (de hecho, es de las pocas de Spielberg que me gustan, director que generalmente me parece demasiado sentimentalista para mi gusto). El lunes, visitando una librería en la que nunca antes había estado, en un pueblo en el que nunca antes había estado, la vi en una edición de bolsillo y me la llevé a casa.
Lo primero que leí de Ballard fue 'La isla de cemento' y no me convenció. Estaba aún en la adolescencia y, ahora que el tiempo ha pasado, he pensado en más de una ocasión que quizás debería releerla porque quizás la leí demasiado pronto. Mucho más tarde (en setiembre de 2006) (no sin algunas dificultades) leí 'Crash', porque la película me gustó mucho (a diferència de lo que me pasa con Spielberg, de Cronenberg sí que soy fan, sobre todo de sus películas ochenteras). Copio ahora aquí la reseña que en su día escribí:
Me compré 'Crash' después de quedar fascinada por la adaptación de David Cronenberg, la empecé, pero fue imposible terminarla y la tuve más de tres años abandonada en casa sin leer. Hasta que un día tuve que ir al médico por un maldito papel. Para variar estaba haciendo tarde en relación a la hora que me habían dado, pero antes tenía que coger un libro, porque de ninguna manera me iba a ir a esa sala de espera con las manos vacías, porque ya sé yo que allí me hacen esperar una eternidad. No recuerdo si lo que pasaba era que los que tenía empezados no me motivaban lo suficiente o eran demasiado gordos como para llevar en el bolso. Probablemente las dos cosas, así que me fui a mi habitación, miré a las dos montañas de libros que tengo en el suelo y los que tengo apilonados de cualquier manera en la mesilla de noche, buscando uno que fuera fácil de llevar y que me pudiera llegar a motivar, y decidí volver a arriesgarme con 'Crash'. Me tuvieron una hora esperando por un miserable papel, así es que no tuve más remedio que leer. El caso es que al principio 'Crash' no me estaba gustando nada, empezaba a entender por qué lo había dejado la primera vez, empezaba a sentirme derrotada otra vez. Pero como no tenía nada mejor que hacer, seguía leyendo, aunque fuera monótono y repetitivo, hasta que el final ocurrió el milagro: quedé enganchada.
Sí, es un libro monótono y repetitivo, pero éste es su encanto. Una vez aceptas que allí no va a pasar nada y que los personajes no van a ser desarrollados, puedes empezar a disfrutarlo, digo disfrutar por decirlo de algún modo. James Ballard es un tipo algo raro que un día tiene un accidente de coche y, después de esto, un tipo muy raro llamado Vaughan empieza a acosarle hasta que por fin se conocen y le introduce en la relación entre sexo y accidentes de coche. No pasa nada más, absolutamente nada más. Todo es ir dando vueltas a lo mismo. Pero lo que importa en este libro es la sensación que te transmite, de vacío y de angustia. Todo tiene un aire de pesadilla apocalíptica. Mientras lo estaba leyendo en ningún momento dejé de tener un nudo en la garganta: te incomoda y te fascina a la vez. Y no hay nada mejor que esto. No hay nada mejor que un libro te provoque una sensación visceral, sea cuál sea. Es natural que los personajes no estén desarrollados, porque son personas alienadas, incapaces de sentir nada, que buscan cada vez experiencias más extremas, pero ni siquiera esto les hace sentir nada. Es imposible sentir empatía por ellos, o algo que se le parezca. Es todo tan frío, tan rutinario, tan vacío. Es realmente difícil de leer, pero cuando te atrapa no deja de fascinarte.
Enlaces: 'En qué creo', un breve texto de J.G. Ballard que es una delicia y que me ha hecho venir aún más ganas de leer (o releer) Ballard.
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