jueves, 16 de septiembre de 2010

Los cuentos de Amy Hempel


Debo ser desconfiada por naturaleza, porque cuando veo que un libro tiene críticas muy dispares (unas muy buenas y otras malísimas) sospecho, pero lo cierto es que también desconfío cuando un libro sólo tiene críticas excelentes. Para mí es más fácil creer que un libro está sobrevalorado que no que es tan bueno que consigue que todos los críticos se pongan de acuerdo. Por supuesto, me pasó esto mismo con los cuentos de Amy Hempel. Os desafío a que encontréis una crítica mala de Amy Hempel; buscad y sólo encontraréis los elogios más hiperbólicos. Esto inevitablemente me hizo poner en guardia. Sin embargo, debe ser que mi curiosidad es aún mayor que mi desconfianza y me obliga a querer leer todas las cosas por mí misma para formarme mi propia opinión (o simplemente confirmar el prejuicio que tenía antes de leerlo). Así que fue por esta razón que saqué de la biblioteca la edición de los ‘Cuentos completos’ de Amy Hempel presintiendo que al terminar iba a decir que no había para tanto. Pero a veces es realmente maravilloso darse cuenta que una se ha equivocado por completo, porque resulta que los cuentos de Amy Hempel son realmente prodigiosos.

Encontré una cita de Hempel que venía a decir que el mayor elogio que le habían dado en su vida es que en sus cuentos dejaba fuera todo lo que se tenía que dejar fuera. Y ya es esto. Un cuento nunca tiene que contarlo todo, sólo dar unas pistas para que el lector pueda acabar reconstruyendo toda la historia y todo el significado por su cuenta. Así es Amy Hempel; te relata unas escenas que pueden parecer inconexas y banales, pero que son inmensamente ricas en detalles, y luego tú tienes que sacar tu propia conclusión. Hempel está entre los cuentistas más grandes. Ahí arriba con John Cheever y Dorothy Parker. Escribe tan bien que es de esas escritoras que, depende del día que tengas, te puede hacer venir ganas de escribir compulsivamente, o bien ganas de no escribir ya nunca más porque sientes que después de ella ya no vale la pena. Sus cuentos están llenos de tristeza y humor y es muy difícil explicar de qué tratan; es eso que tantas veces se dice: se tienen que leer.

Me han gustado tanto, que sólo he leído sus dos primeras recopilaciones, ‘Razones para vivir’ y ‘A las puertas del reino animal’, y me he dejado las otras dos para más adelante, porque no me quiero terminarlas todas tan pronto y quedarme sin nada de ella que leer. Es algo magnífico. A sus cuentos no les sobra ni les falta nada, cada detalle por más nimio que sea dice muchísimo, se nota tanto que estos relatos han sido trabajados hasta la extenuación, rescritos incontables veces. Leyendo Hempel una tiene la sensación que le han hecho un regalo de lo más valioso y no puede hacer nada más que estar terriblemente agradecida. Al principio sus cuentos pueden desconcertar, pero una vez te sumerges en ellos te das cuenta de que te hablan de cosas tuyas e íntimas de las que muy pocos escritores antes te han hablado.

Soy perfectamente consciente que en estos tres párrafos (prácticamente) no he dicho nada, así que os dejo con unos pocos cuentos de Hempel para que hablen por sí mismos:

- 'La cosecha'
- 'In the Cemetery Where Al Jolson is Buried'
- 'Today Will Be a Quiet Day'

2 comentarios:

La mujer Quijote dijo...

Leído tu primer párrafo me asaltó la idea de que tal vez tuviera que eliminar tu blog de mi lista de visitas por incompatibilidad manifiesta.
Leídos los dos siguientes veo que no, que seguirá en la lista.
Amy Hempel es sin duda una de las más grandes.

Núria dijo...

jejeje... juro que no escribí el primer párrafo a posta para crear suspense. Bueno, quizás un poco sí.

Bueno, ya te digo, ha sido un placer haberme equivocado y ver que Amy Hempel es tan buena como dicen, o incluso más.