Desde que terminé 'Los Maia', es decir, desde hace ya prácticamente 15 días, que estoy leyendo 'Sobre la belleza' de Zadie Smith, y tengo la sensación que hace incluso más tiempo que estoy leyendo este libro y que no avanzo, no hay manera de avanzar, y que quizás no lo termine nunca, y si intento terminarlo es sólo por orgullo. Vamos que no hay manera de que me enganche. No es malo pero lo que me cuenta no consigue interesarme lo más mínimo. Sin embargo me obligo a continuar leyendo. Sólo por orgullo. Pero como es demasiado agotador, por el camino, estas casi dos semanas, he ido leyendo otros libros más cortitos y que se me han hecho mucho más apetecibles.
'Llenos de vida' de John Fante
Cada vez que escribo una reseña de un libro nuevo de John Fante me da la sensación que acabo escribiendo la misma reseña que he escrito para todos los libros previos de Fante. ¿Del mismo modo que Fante siempre escribe la misma novela? Quizás. Lo repetitivo de mis reseñas es inexcusable, pero en lo que respeta a Fante ¿qué importa que escriba una y otra vez la misma novela si cada vez consigue hacernos reír y emocionarnos?! De todos modos creo que decir que Fante escribe una y otra vez la misma novela es algo inexacto. Yo más bien tengo la sensación de que cada una de sus novelas forma parte de una saga que recorre toda la vida de un personaje, el mismo personaje, por más que algunas veces se llame Arturo Bandini, otras Nick Molise, o John Fante como en el caso que nos ocupa. Es más bien como si cada una de sus novelas formara parte de una novela mayor, de ahí la unidad temática y estilística y todo eso.
El protagonista y narrador de 'Llenos de vida' es John Fante, un guionista de Hollywood a punto de ser padre. Un día el suelo de la cocina se hunde por culpa de las termitas y decide pedirle a su padre, albañil retirado, que arregle su casa. Mientras tanto su mujer se convertirá al catolicismo e intentará que su marido lo haga también. Y ahora es cuando empiezo a enumerar las cualidades del estilo de Fante y esta reseña se vuelve idéntica a todas las que he escrito antes. Es una novela fresca, directa y con un sentido del humor sin complejos, desenfadado y algo sarcástico, pero es también una novela tierna sin caer en el sentimentalismo. La comicidad viene sobre todo de la oposición del protagonista con su padre y los tira y afloja que mantienen, porque su padre es un hombre tozudo y estrafalario, que quiere que las cosas se hagan a su manera o no se hagan, y al que le encanta hacerse la víctima y que lo compadezcan. Y también de las discusiones con su mujer. Pero llega el final y llega la reconciliación y la aceptación, y es un final de lo más bonito sin llegar a ser cursi. ¿Qué ha pasado durante la novela? Pues que John Fante ha entrado por fin en la vida adulta y ha aprendido que las relaciones con su mujer y su padre no serán siempre idílicas pero que, pese a sus diferencias, tienen que llegar a entenderse porque forman parte de la misma familia.
Y ahora es la otra ocasión en la que me pongo repetitiva, porque tengo que deciros que me hagáis caso de una vez y que leéis a Fante. Me lo agradeceréis.
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'Macbeth' de William Shakespeare
Como ya he leído casi todas las obras de Shakespeare que hay en la Biblioteca de mi pueblo toca empezar a releerlas. Aunque suene a tópico vomitivo, lo bueno de leer Shakespeare es que a medida que vas madurando (con todas las reservas con las que este verbo se puede aplicar a mi persona), sus obras maduran contigo. A cada relectura ves una lectura nueva. Lo he dicho: un tópico vomitivo, pero esto no lo hace menos cierto. No me acordaba de la importancia que tenían las brujas en 'Macbeth'. Han pasado muchos años desde que la leí por primera vez y no sé por qué recordaba que la aparición de las brujas era algo marginal al principio de la obra, como una especie de coro, cuando en realidad son las catalizadoras de la historia. Ahora no creo que 'Macbeth' trate de la ambición. Macbeth no es ambicioso. Lady Macbeth lo puede ser, pero él no, a él no se le ha pasado por la cabeza lo de ser rey hasta que las brujas profetizan que lo será. Él empieza un baño de sangre impulsado por las brujas y su mujer. Y una vez ha empezado ya no puede volver a atrás. No hay salida. Tendrá que seguir matando hasta que lo maten. Y durante todo el tiempo Macbeth no deja de tener la conciencia de lo que está haciendo está mal. Debe ser el único villano de Shakespeare al que le pasa esto. Es por esto que es tan grande.
'Macbeth' es más bien una obra sobre el mal. El mal como fuerza que lo arrastra todo. Sobre como el mal puede apoderarse de una persona de cualquiera en cualquier momento. La obra termina y el mal es vencido, pero ya ha hecho su trabajo y sabemos que en cualquier momento puede volver a aparecer. Es una obra que me recuerda a una película de terror pero también a una de David Lynch. Pero además del mal, para mí la obra también trata (sobre todo) del libre albedrío o de la libertad de elección. Todas las vidas están limitadas por sus circunstancias y por las expectativas que los otros han puesto en ellas. Todas las decisiones que toma Macbeth son fruto de las circunstancias y de las expectativas que lo rodean. Él no tiene poder para (re)conducir su vida. Se ve arrastrado y no puede hacer nada para impedirlo. Lo que le pasa, le pasa y no podría haber pasado de otra forma. Era inevitable.
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'This can't be happening at Macdonald Hall' de Gordon Korman
Una novela juvenil es algo bastante 'out of character' en mi persona, lo reconozco. Pero lo cierto es que con ésta me lo he pasado muy bien. Bruno y Boots residen en un internado en Canadá y su principal pasatiempo consiste en hacer bromas al director de la institución. Bromas que nunca son demasiado pesadas o demasiado crueles, algo que agradezco. Es por esto que el director decide separarlos. Están castigados y a partir de ahora ya no compartirán nunca más habitación. A Bruno le ponen con un empollón y a Boots con un pijo millonetis. Los dos amigos no soportan esta separación así que deciden poner en práctica una serie de planes para poder volver a compartir habitación, de manera que como manda la regla se suceden una serie de peripecias divertidas. El autor escribió la obra cuando tenía sólo 15 años y no creo que se note. Es sencilla, pero es una obra de una simplicidad efectiva. Fresca, directa, divertida, tierna y agradable. Los dos protagonistas caen muy bien porque no son unos sabelotodos, los planes casi nunca les salen como esperaban, y sus bromas nunca son de mal gusto. Y me encanta el detalle de que el director sea estricto pero no un tirano estúpido y que al final Bruno y Boots acaben apreciando al niño empollón. Me lo he pasado genial leyendo esta novela y sin duda voy a seguir con la saga.
2 comentarios:
Hola... Te haré caso y probaré a Fante. De Zadie he leído sus otras dos novelas, 'Dientes blancos' y 'El cazador de autógrafos', y las dos me gustaron bastante. Pero con 'Sobre la belleza' no sé que me pasa que nunca tengo ganas de empezarla. Entono un mea culpa ;( pero de Shakespeare no he leído nada de nada. Me echa para atrás.
Un abrazo :)
Ya veo que con Zadie empecé por la obra equivocada. Quizás lo vuelva a intentar con Dientes Blancos.
Entiendo que Shakespeare provoque respeto/miedo. Pero si se encuentra una buena traducción, con unas buenas notas y una buena introducción, te sorprenderías de lo ameno que puede ser. Pero, claro, soy consciente que se tiene que encontrar una buena edición.
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