Si bien al libro 'El joven audaz sobre el trapecio volante' (magnífico título) le pondría cuatro estrellas (sobre cinco), a William Saroyan como escritor le pondría cinco estrellas como cinco soles, a pesar de que éste es el primer libro que leo de él (aunque ya vendrán más). No sé si sabré explicar el por qué. No es sólo que William Saroyan sea uno de esos escritores que caen bien, a los que te hubiera encantado poder conocer en persona para poder charlar sobre libros y sobre la vida mientras de fondo sonaba jazz en un antiguo fonógrafo. En este libro hay una gran cantidad de cuentos maravillosos, algunos buenos y otros que no están tan conseguidos, pero incluso en estos cuentos que no te gustan tanto notas que los ha escrito una persona con la que conectas a un nivel muy profundo.
Un buen número de cuentos están protagonizados por niños introspectivos que empiezan a tomar conciencia de ellos mismos y de la belleza y la tristeza que los rodea. Puede que haya muchas historias sobre niños introvertidos, pero hay pocas que realmente sepan transmitir lo que de verdad es ser una persona introvertida. Y esto Saroyan lo hace como nadie. Otro gran número de cuentos están protagonizados por personajes que durante la gran depresión no tienen un mendrugo de pan que llevarse a la boca, la mayoría de los cuales son escritores que viven en habitaciones alquiladas amuebladas sólo con libros que quieren por encima de todas las cosas y si tienen suerte también disponen de un viejo fonógrafo. Y finalmente hay los cuentos no tan conseguidos que se pierden en marasmos demasiado experimentalistas y abstractos.
Sin embargo, en todos los cuentos de Saroyan se desprende un immenso e incontenible amor por la vida y por la literatura. Son cuentos de una intensidad y un vitalismo extemos. Con una pizca de sentido del humor y una gran capacidad de transmitir los sentimientos y las sensaciones que tenemos todos nosotros. Son historias sobre soledad, incomunicación, tristeza, amistad, amor, monotonía, pobreza, literatura, cine, frío... historias sobre todo lo humano. Mi favorita es 'Risa' sobre la incomunicación entre una profe sustituta y un alumno suyo. Pero también la historia de amor que es '1,2,3,4,5,6,7,8' y la metaficcional 'Un día de frío' y en realidad hay tantas de magníficas... Todo un descubrimiento. Ya desde el tercer relato supe que Saroyan iba a ser uno de esos escritores de los que me querría leer todo lo que ha escrito. Así de magnífico es, así de cercano y de immenso es.
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