"Nailles imaginaba el dolor y el sufrimiento como un principado situado en algún lugar, más allá de las fronteras legítimas de Europa occidental. El gobierno sería feudal, y el país, montañoso; pero nunca figuraría en su itinerario y sería desconocido para su agente de viajes. De vez en cuando recibía postales de ese lugar distante. Había, por ejemplo, una vista de la estatua de Esculapio en unos jardines públicos, con unas montañas nevadas a lo lejos y, en el reverso de la tarjeta, el siguiente mensaje: “Edna está sedada la mayor parte del tiempo y le quedan unas tres semanas de vida, pero le gustaría recibir una carta tuya.” Nailles escribía cartas amenas a los agonizantes y las enviaba por correo hacia esa remota y pintoresca capital donde los personajes del carillón del ayuntamiento estaban lisiados, donde las estatuas del parque eran los engendros que el dolor es capaz de arrancar a la imaginación, y donde el palacio había sido reconvertido en hospital y ríos de sangre espumaban bajo los arcos de los puentes. No tenía intención de viajar a ese lugar, por lo que le sorprendió y atemorizó despertar de un sueño en el que había visto, desde la ventana de un tren, aquella aterradora cadena montañosa."
‘Bullet Park’ de John Cheever (p.52)
(Traducción: Claudia Conde)
(Traducción: Claudia Conde)
2 comentarios:
Disfruté enormemente con los Cuentos completos de Cheever, hasta el punto de que ralentizaba a propósito mi ritmo de lectura para que me durasen más. Y también porque hay frases de Cheever que hay que leer lentamente, porque se pueden paladear, como si fuesen trocitos de chocolate. He de reconocer que sus novelas me gustan menos, pero sigue siendo fantástico creando ambientes y situaciones.
De Cheever hasta ahora sólo había leído los cuentos que están en la recopilación que llamaron 'La geometría del amor' (aún tengo los completos esperándome), pero coincido en que a Cheever hay que leerlo lentamente y saborearlo :)
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