lunes, 11 de julio de 2011

'La familia Wapshot' de John Cheever



Corría el año 1956 y John Cheever era un escritor conocido y apreciado tanto por la crítica como por el público gracias a sus cuentos. Pero todo el mundo sabe que si eres sólo cuentista no te toman en serio en el Olimpo literario (como mucho te dejarán hacer de camarero pero no sentarte con los dioses), así que Cheever se empeñó en escribir una novela que le diera una pátina de prestigio y también (incidentalmente) más pasta, porque las novelas obviamente se pagaban mejor que los relatos. El resultado fue ‘Crónica de los Wapshot’, donde Cheever crea un mundo atemporal hurgando en las reminiscencias del pasado y de la historia de su propia familia, un mundo mítico y hasta cierto punto idílico, pero también con sus puntos oscuros. La novela tuvo un éxito muy considerable y es aquí dónde supongo que entra en escena la enseñanza moral de “ten cuenta con lo que deseas, porque se puede acabar convirtiendo en realidad”.

‘Crónica de los Wapshot’ tuvo tanto éxito (especialmente entre el público porque entre la crítica siempre hay los enteradillos que aún hoy en día repiten que Cheever no escribe novelas sino cuentos alargados), pero el caso es que la gente corriente estaba tan flipada con el mundo que había creado Cheever (un pueblecito costero llamado Saint Botolphs) que éste no tuvo otro remedio que escribir la secuela. Y si en la primera parte Cheever se había dedicado a crear un mundo poniendo grandes dosis de amor; en la segunda parte (titulada ‘El escándalo de los Wapshot’) no podía hacer otra cosa que destruir ese mundo que había creado poniendo tanto de él. Y sucede algo extraño, o al menos yo he tenido esta impresión: es como si Cheever no sólo quisiera dinamitar su mundo de ficción sino también la novela que estaba escribiendo desde dentro de esta misma novela.

‘El escándalo de los Wapshot’ en realidad tiene muchos de los defectos que los detractores del Cheever novelista les gusta señalar: no hay una línea argumental clara, son un puñado de historias amasadas de cualquier manera, se abren muchos frentes y luego se dejan muchos cabos sueltos, salen media legión de personajes secundarios que no pintan nada… Es todo realmente caótico. A mí me gusta imaginar que cuando Cheever estaba escribiendo ‘El escándalo de los Wapshot’ iba caraja todo el día. Y no hay nada de malo en escribir caraja pero, tal como decía Hemingway, después de escribir borracho, uno debería editar lo escrito cuando ya está sobrio. Y aquí parece que falta esto: un buen trabajo de reescritura.

El propio Cheever nunca estuvo contento con ‘El escándalo de los Wapshot’. Pensó en quemar el manuscrito. Luego lo llevó a su editor pero antes de entrar en el edificio lo arrojó a la basura. Se lo volvió a repensar, lo sacó de la basura y se fue al cine. Miró la peli con el manuscrito encima de las rodillas y, cuando se terminó la sesión, entró en el despacho del editor cuando éste no estaba, dejó el manuscrito encima de su mesa y se las piró sin decir nada. Una escena realmente muy cheeveriana. Ya lo he insinuado, me parece una novela floja, básicamente porque me parece una novela desordenada y anárquica, con infinidad de cabos sueltos. Pero aún así, Cheever siempre es Cheever y, de vez en cuando, nos regala un párrafo de esos suyos tan perfectos; perfecto porque ha aplicado sus dotes de observación y nos deja ver bajo una luz nueva algo que es perfectamente reconocible para nosotros, y encima con un sentido del humor mordaz, crítico y juguetón.

‘Crónica de los Wapshot’ es más novela, más redonda. No llega a ser tan perfecta como ‘Bullet Park’, pero sí, por ejemplo, mucho más satisfactoria que ‘¡Esto parece el paraíso!’ El tema no deja de ser un tema muy clásico para lo que nos tiene habituado Cheever: habla de una saga familiar (desde sus orígenes) y como los más jóvenes de esta saga salen a enfrentar-se al mundo y a hacerse hombres. Pero lo hace con su estilo personal. Hay mucho del sentido del humor raro y absurdo de Cheever. Mucha melancolía y algo de amargura. Y por supuesto esa capacidad de analizar de una forma nueva lo que conocemos todos.

Leander es el último patriarca de la familia, un capitán sin barco, un hombre que siente que se está haciendo viejo y que ya no tiene un lugar en el mundo, así que se sienta a escribir sus memorias porque ya no le queda otra cosa que el pasado, y lo hace en un estilo que al principio puede resultar algo irritante pero una pronto se acostumbra. Luego está la prima Honora, la matriarca, la ricachona de la familia, la vieja excéntrica con muy malas pulgas e idas de olla absurdas. No hace falta decir que esta vieja loca me encanta.

Y luego están los jóvenes, los dos hermanos: Moses y Coverly, con una relación llena de rivalidad, algo de odio y gran cantidad de amor, a veces rallando la devoción incestuosa. Moses es el mayor y el triunfador al que todo le irá bien en la vida. Coverly es el pequeño, el que cuando era niño le gustaba ponerse medias y hacer teatro, el inseguro por naturaleza, el que teme que no hará nada con su vida y todo el mundo se reirá de él, el que tiene impulsos bisexuales de los que se avergüenza profundamente. Coverly es típico Cheever y no es necesario decir que me encanta.




7 comentarios:

Sylvia dijo...

¡Hola Nuria! Buscando información sobre Jean Rhys (soy fanática de ella), me topé con tu blog. Leí cuentos de John Cheever hace muchos años y me impresionaron bien. Me has entusiasmado como para querer investigar más. Me gusta la crítica que has hecho de su novela, que no he leído.. Soy poeta pero tengo "ese libro" en mi mente, el que tal vez algún día comience.
Yo sí leí Anna Karenina hasta el final!! Ojalá puedas tolerar las 800páginas.. Es que muchos de los autores clásicos rusos -o franceses, españoles, ingleses, etc.- se podían dar el lujo de romper todas las reglas modernas (no había reglas!), entonces metían docenas de personajes y se desviaban del hilo conductor, usando montañas de papel a su antojo, no? Abrazos desde Buenos Aires!

Núria dijo...

¡Hola Sylvia!

¡Qué ilusión me hace encontrar otra fanática de Jean Rhys! ¡Nunca seremos tantas como ella se merece!

Los cuentos de Cheever son una maravilla, pero si yo tuviera que recomendar una novela suya, recomendaría sin duda 'Bullet Park'

Por si te interesa, aquí está la reseña que escribí en su día:

http://bugseatbooks.blogspot.com/2010/12/bullet-park-de-john-cheever.html

A priori yo no estoy en contra de que los autores se vayan por las ramas, que introduzcan un montón de personajes y tramas secundarias, pero lo tienen que hacer de un modo que consiga engancharme. Por ejemplo, me encanta cuando lo hace Dostoievski, pero con Tolstoi tengo muchos más problemas. Bueno, ya veremos como va. De momento sigo, pero muy poco a poco.

Suerte con "ese libro" que tienes en mente. Confieso que yo también tengo uno. Y tengo la teoría que esto nos pasa a muchos de los que leemos tanto ¿no?

Un abrazo desde un pueblecito del Pirineo catalán,
Núria

Unknown dijo...

Esa imperfección es parte del encanto del Cheever de alguna de sus novelas. El cuentista tiene menos fisuras, tal vez.
Yo, en cualquier caso, soy un ciego devoto suyo.
¿Y sus diarios? Otra maravilla.
Un saludo.

Núria dijo...

Sí, supongo que se puede considerar que los defectos del Cheever novelista son parte de su encanto. Probablemente yo no sea tan devota como tú, pero igualmente lo soy.

Los diarios tengo ganas de leerlos algún día de estos.

Saludos,
Núria

Anónimo dijo...

Hola a todos en cualquier punto del mundo que se hallen. Necesito leer LA FAMILIA WAPSHOT de John Cheever. Lo he buscado este libro por años y por toda la tierra. Creo que alguno de ustedes lo tiene. Si tuviera ese alguien la bondad de vendérmelo o cambiarlo por otro libro nuevo a su elección que yo pueda conseguir en Argentina, lo agradecería tanto. En caso de venta puedo girar, aunque ahora en mi país es casi imposible sacar dólares, o pagar con Visa. Yo no sé como agradecería dicho libro que incluye La crónica y el Escándalo de los Wapshot . Mi nombre es José Santos. Vivo en Río Negro, Argentina y mi correo es jsantosargentina@gmail.com . Mi cariño para todos y que sean felices. Yo espero un milagro. José

Núria dijo...

José, no puedo ayudarte, lo siento. Yo no tengo el ejemplar de 'La familia Wapshot', lo tomé prestado de la biblioteca. Y no tengo ni idea de dónde puedes conseguirlo. Suerte en tu búsqueda, espero que lo encuentres pronto.

Anónimo dijo...

Igualmente gracias Nuria:
Dios proveerá. Un saludo desde la Patagonia Argentina.
Ironweed