miércoles, 19 de febrero de 2014

'La mujer de púrpura' de Jeanette Winterson



No es que yo sea una experta en Jeanette Winterson. Hasta ahora sólo había leído dos de sus libros. Pero dos libros sobran y bastan para darse cuenta que tiene un estilo muy particular, que se caracteriza por un romanticismo exacerbado y un lenguaje poético llevado casi  hasta la exasperación. Es un estilo que te puede gustar más o menos, pero no se puede negar que es propio. Sin embargo, en 'La mujer de púrpura' prácticamente no hay nada de esto. Es un libro que podría haberlo escrito cualquiera, de tan impersonal que es. No consigo explicármelo. 

'La mujer de púrpura' parte de un hecho real, un juicio a unas mujeres acusadas de brujería, y, aunque haya algunas características formales típicas de Jeanette Winterson, como cierta lectura feminista, personajes bisexuales, un par de historias de amor fou, y una estructura que recuerda los cuentos tradicionales, es sólo fachada. Es como un libro sin alma. De hecho, a veces incluso me da la sensación que está escrito con desgana, como si Winterson quisiera terminarlo lo antes posible y pasar a otra cosa. 

A parte de la ya algo típica idea de relacionar acusaciones de brujería con sexismo, tengo que reconocer que me ha sorprendido gratamente la forma en que la novela interelaciona brujería y pobreza y miseria. Es realmente interesante, lástima que Winterson opte por contar una historia de terror gótico en la que se enfrentan una bruja buena y unas brujas malas, de modo que todas estas lecturas críticas se diluyen en una historia impersonal con personajes unidimensionales y una forma de narrar la acción bastante torpe y atolondrada.  


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