Cuando entro en una librería me siento irresistiblemente atraída por títulos del tipo "Todos los cuentos" o "Narrativa completa". Es una fuerza irresistible. Así que no es nada extraño que acabara comprándome los "Cuentos reunidos" de Clarice Lispector en tapa dura sin ni siquiera haber leído ni un miserable cuento suyo antes. Los cuentos están agrupados por colecciones y empecé por 'Felicidad Clandestina' porque me pareció el título más bonito. Son trece cuentos muy breves, de tres (o cuatro) páginas de extensión. Trece cuentos evocadores, llenos de sensualidad y melancolía. Muchos tienen como protagonistas a niños que se hacen mayores y pocos relatos he leído yo que sepan plasmar de una manera tan acertada el mundo de la infancia. Todos son cuentos deliciosos con una mirada muy particular, llenos de felicidad y tristeza, todo a la vez. Son cuentos que te hacen sentir, recordar, vivir. Son cuentos preciosos que te hablan a ti y de ti. Y tienen una prosa perfectamente elegante, ideal para saborearla poco a poco. Todos los cuentos son preciosos, pero el que más el que da título al recopilatorio, 'Felicidad Clandestina', que todo el mundo que ama a los libros debería leer. Pero también está el de la niña que siempre ha visto la vida por la ventana pero que por primera vez en la vida se va a poder disfrazar en Carnaval, el de la niña que roba rosas, el de la niña que observa tanto a las gallinas que les conocía el alma, el del primer beso de un niño, etc. Y todos son inolvidables.
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