‘El peregrino encantado’ de Nikolái Leskov es una novela totalmente rusa. Y cuando digo que es “una novela totalmente rusa” ni siquiera yo misma sabría explicar por qué, pero es así. Es una novela de aventuras y de humor, una novela costumbrista y picaresca, y en todos estos aspectos es de lo más rusa. Seria como un ‘Tristram Shandy’, pero en ruso, y en bueno. Tiene también esa religiosidad rusa, algo laica y supersticiosa, que a mí siempre me ha fascinado, con apariciones de muertos que traen mensajes del más allá incluidas. Decir que es un libro que transmite lo que es el alma rusa (con todo lo bueno y todo lo malo) sonaría muy pretencioso, pero sería la pura verdad.
Durante un viaje en barco por el lago Ládoga, todos los pasajeros se fijan en uno que llama especialmente la atención, va vestido con hábito de monje pero por su porte cualquiera puede ver que ha llevado una vida mucho más azarosa que la de cualquier monje. Este misterioso pasajero, instado por todos los demás, durante el viaje, les relatará su vida y efectivamente resultará tan exuberante y tan llena de aventuras como todos se habían imaginado. La novela es puro entretenimiento, por más que sea entretenimiento decimonónico ruso, pero es un entretenimiento aún totalmente válido, porque el caso es que te atrapa y no te suelta, y la lees pensando que es una lástima que ya no se escriban obras como ésta.
El pasajero con hábito de monje se llama Ivan Severiánich y empezó su existencia siendo un simple hijo de siervo que se cuidaba de los caballos de su señor, pero por culpa de una gamberrada tuvo que marcharse y así empezaron sus peripecias en las que siempre se acaba encontrando en un callejón sin salida del que parece que no podrá salir airoso, pero en el último momento gracias a una jugada del destino consigue salvarse. La mayor parte de su vida la pasa siendo tratante de caballos, pero también trabaja como niñera, soldado y actor, e incluso acaba siendo cautivo de los tártaros, que son retratados como unos seres más malvados y crueles que el demonio en persona. Es una novela divertida, trepidante, fresca y muy bien escrita. Recomendable para cualquiera que sienta un mínimo interés por la literatura rusa.
4 comentarios:
De Leskov tengo leídas obras cortas, "Chertogon", "La pulga de acero", ... Los rusos siempre están en mi lista, aunque últimamente me interesan más los rusos del siglo XX, Babel, Platonov, Ajmátova y cía.
Me ha descolocado mucho tu comparación con el Tristram. ¿Puede algo tan tan ruso como tú dices parecerse a algo tan tan irlandés como el Tristram?
Un saludo.
Ha sido lo primero que he leído de Leskov, pero seguro que caerán más.
No es que el estilo de El Peregrino se parezca al Tristram, ni mucho menos la trama, ni nada de esto. Pero el espíritu de los dos libros me pareció parecido y no pude evitar relacionarlos, aunque en realidad no tengan nada que ver.
Saludos.
Yo soy adicta a la literatura rusa, pocas veces me decepciono con sus escritores. Ahora me gustan sobre todo Mikhail Shishkin y Andrey Khurkov y quiero releerme cuando saque tiempo ''The Zero Train'' de Yuri Buida que en su d�a, cuando la le� me pareci� una pasada. Me apunto a este escritor porque el nombre me sonaba pero no he le�do nada suyo.
Saray, pues yo también me apunto los autores rusos que mencionas, porque (para vergüenza mía) ni siquiera los conocía. Muchas gracias :)
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